Angie.
El otro dia la vi llegar a la oficina. No parecia haber cambiado mucho. No me saludó por supuesto. Desde aquel "incidente" se abrió un enorme abismo entre nosotros (otra manera mamona de que decir que nos mandamos a la chingada, ella primero y yo despues).
Me asusté por supuesto. Imaginé que ella vendria a quejarse de mi, pero no. Simplemente solo venia a ver a su esposo.
Por primera vez en mucho tiempo, me sentia tranquilo. Su fantasma ronda en mi mente, pero ya no hace daño.
Aun recuerdo cuando la conocí. Su sonrisa amable y sus finos modales impresionaron a todos. Tambien recuerdo su fina traición. La humillación que me propinó de manera elegante -y sin que yo me diera cuenta-. Su beso finjido y traidor.
Pero eso ya es historia. Ya no tiene la menor importancia.
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