abril 21, 2006

Iniciandome en el osopandismo.

Hace algunos dias estaba releyendo un libro de historia local. Y de repente me acord? de las supuestas mujeres bellas que hay aqui.

Que eran guapisimas. Que eran accesibles. Que no me costaria trabajo conseguirme una.

Algunas cosas eran ciertas. Y otras no lo fueron tanto. Si estan mejor que en Oaxaca o incluso en el DF. Pero hay otros detalles que nunca me platicaron.

Hoy me di cuenta que el problema no era el lugar. El problema soy yo.

Y es aqui donde el libro de historia y el osopandismo se conjugan.

Hace dos siglos, a un holand?s le contaron sobre una mujer muy bella que vivia en San Salvador. El pobre hombre
se topa con la version decimononica de un blogger ateo. Solo chequen:

"La gente comun debe ser dominada con el temor y la esperanza de una vida mas alla de la muerte;
pero nosotros sabemos que es un mito de la gente corriente como el monje que ahi esta sentado."

El tipo se quedo con el ojo cuadrado. Pero solo lean lo que sigue.

"Nosotros que sabemos eso debemos por lo menos tomar ventaja de nuestro conocimiento y utilizar nuestra inteligencia para obtener todos los placeres ofrecidos por este mundo."

El pobre hombre se quedo de una pieza:

"Al oir estas palabras, senti un escalofrio recorrer todo mi cuerpo... no tuve el coraje ante esa mujer de salir en defensa de lo justo. [..] para mi, su belleza se habia desvanecido, porque ?cuando es la indecencia sistematica y la inmoralidad mas abominable, que cuando proviene de los labios de una mujer?"


Ojala me hubieran advertido de esto antes de venir. Me hubiera ahorrado muchos dolores de cabeza.

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