junio 27, 2005

Torturas.

"Por la ofensa interminable del que no vive de acuerdo."


Leyendo a WOMS en su último post, me vino a la cabeza el recuerdo de una
vieja acta de nacimiento salvadoreña. El viejo documento tenía palabras como
"bastardo", "ladino", "indio", entre otras lindezas que hoy nos parecerian
divertidas y pintorescas, pero olvidamos que hace 50 años en nuestras sociedades latinoamericanas
tener padres adoptivos, ser moreno y mas pobre que el promedio era literalmente ser condenados al ostracismo en el mejor
de los casos.

Dice WOMS que los niños "sufririan torturas terribles" por tener padres homosexuales.
A mi lo que mas me indigna en una sociedad tan discriminatoria como la nuestra
es el hecho de que esas torturas existan. Son simplemente reflejos de una sociedad
que adora discriminar por cualquier cosa.

Todavia en los ochentas, se veia con resistencia la adopción. Ser adoptado
automáticamente ponia en nivel de "segunda" a cualquier niño. Realmente los procesos
legales no tienen nada que ver. A nadie en Latinoamerica le gusta adoptar a un niño.
Por ejemplo, en Guatemala existen reglas realmente laxas para adoptar niños. ¿Quienes adoptan? Los israelíes, españoles, finlandeses.Incluso existen abogados en ese país que lucran
con el tráfico de niños hacia el extranjero.

Un niño adoptado por homosexuales -doble viacrucis- simplemente se terminaría
enfrentando a ese mundo como cualquiera. Toca a los futuros padres -y posiblemente a las autoridades tambien- estar seguros de que les pueden dar esa cosa tan abstracta llamada amor asi como esa cosa no tan abstracta llamada seguridad económica.

Es un hecho que los niños no piden venir a este triste valle de lágrimas. Pero
toca a los padres -a los actuales y futuros- dotar al menos de armas para
enfrentarse a un mundo lleno de torturas. Creer que solo la ropa, comida, la
escuela cara, la Xbox y "tiempo de calidad" es "educar" a un niño es simplemente un error muy común que he visto en muchisimas familias.

Como en cierta película, donde una abuelita desiste de quitarle la manía de su nieto
de vestirse con falda, le comenta con ironia: "Bueno, si vas a vestirte asi, vas
a tener que aprender a pelear".

Y le puso unos guantes de box.

|