febrero 13, 2005

De mujeres aventadas...

No hay nada mas unificador que un amor acosado.


Leyendo a Regianalista, me encuentro este post. ¿Porqué no lo escribió antes?
Se lo hubiera mandado a cierta amiga mia.
Debo reconocer que no siempre todos los amores clandestinos como los que
describe Regianalista terminan mal.

Ovidio postuló hace mas de dos mil años que todos los amores clandestinos terminan mas fuertes si la pareja es acosada o perseguida. Lo mejor que pueden
hacer los cornudos es precisamente no hacer nada y hacer como si nada hubiera pasado. (Si pueden...)

Algunas mujeres saben ese secreto (o leyeron tambien a Ovidio, vaya usted a saber) y saben utilizarlo perfectamente bien. Crean situaciones atemorizantes
para ella y su amante. Enemigos fatuos. Se hacen las victimas o se vuelven madres postizas de maridos incomprendidos. Estan pendiendes de cualquier problema y atienden al amado a cuerpo de rey. Aprovechan cualquier situación,
cualquier fisura, cualquer oportunidad para cumplir su objetivo: dejar de ser plato de segunda mesa.

Se tragan humillaciones y desplantes. Maniobran de manera que ellas terminan
siendo unas santas a los ojos de todo el mundo mientras traman una conjura contra sus enemigos. En suma, son mujeres que pelean hasta el ultimo momento.

No se tragan el atole con el dedo que los hombres les dan. Se saben en una
lucha sin cuartel contra el mundo. No se rinden hasta lograr su objetivo.
Y lo logran.

O al menos eso creen. El estigma siempre permanece. La letra escarlata
nunca se borra aunque ellas quieran.

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